Hoy es un espacio de luz, limpio, aséptico, con ventanal e hilo musical. Espacio de culto y diseño. Difiere mucho al de otros tiempo. Como la vida, lo que nace acaba y de ahí la necesaria estancia del servicio Este lugar escatológico no siempre ha sido considerado el trono de la casa. Relegado a estancias ocultas, empequeñecidas y oscuras. En los altillos, bajo las escaleras o en el patio. Himnos que Quevedo supo retratar. Agujeros negros que terminan en pozos ciegos. Tronas con cableados de silla eléctrica. Cámaras de asfixia deseada. Otras veces"el huerto" cumple su función. A falta de papel de periódico, la naturaleza provee, si bien ahora uno carece de de la cuartilla lectora. Humildes lugares de reflexión sobre el sentido de la vida. A veces, cuando es público, se convierte en un espacio creativo para la grafitero.
Letrina romana
Los romanos tenían varias soluciones. Las personas más pobres utilizaban los baños públicos, y su solución fue una esponja en un palo remojada en agua salada, se limpiaban convenientemente, y luego volvían a sumergir el palo en el cubo de agua salada.Tempranito, por la mañana, se cambiaba la cubeta por una limpia y, probablemente era el mejor momento para ir a hacer sus cosas. Los romanos más ricos utilizaban lana - mucho más suave - empapada en agua de rosas, que olía mucho mejor, pero que era probablemente menos eficaz para combatir los gérmenes.
En la Edad Media, limpiarse con heno era muy común.
En la época isabelina, el papel fue mucho más usado, y los ricos comenzaron a usar papel y trapos. Los más pobres utilizaban los trapos sobrantes.
En los años 60, sólo existía el papel de la marca "Elefante" y, como había que pagar por él y no era precisamente maravilloso (más que áspero, recuerdo que era grueso y satinado, incapaz de hacer bien su tarea en según qué ocasiones), lo que hacíamos era guardar el papel de envolver, especialmente el de la farmacia. Se cortaba, se estiraba y se colgaba en un gancho.
Letrina romana
Los romanos tenían varias soluciones. Las personas más pobres utilizaban los baños públicos, y su solución fue una esponja en un palo remojada en agua salada, se limpiaban convenientemente, y luego volvían a sumergir el palo en el cubo de agua salada.Tempranito, por la mañana, se cambiaba la cubeta por una limpia y, probablemente era el mejor momento para ir a hacer sus cosas. Los romanos más ricos utilizaban lana - mucho más suave - empapada en agua de rosas, que olía mucho mejor, pero que era probablemente menos eficaz para combatir los gérmenes.
En la Edad Media, limpiarse con heno era muy común.
En la época isabelina, el papel fue mucho más usado, y los ricos comenzaron a usar papel y trapos. Los más pobres utilizaban los trapos sobrantes.
En los años 60, sólo existía el papel de la marca "Elefante" y, como había que pagar por él y no era precisamente maravilloso (más que áspero, recuerdo que era grueso y satinado, incapaz de hacer bien su tarea en según qué ocasiones), lo que hacíamos era guardar el papel de envolver, especialmente el de la farmacia. Se cortaba, se estiraba y se colgaba en un gancho.
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