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jueves, 11 de febrero de 2016

El Negro Durazo y Veytia: cortados por la misma tijera | Nayarit Altivo



El Negro Durazo y Veytia: cortados por la misma tijera | Nayarit Altivo



El Negro Durazo y Veytia: cortados por la misma tijera

Ulises Rodríguez

11 de Febrero de 2016



En anteriores espacios he publicado ya acerca de los enormes paralelismos que encuentro entre las figuras del fiscal general de Nayarit, Edgar Veytia y el ex director de la Policía y Tránsito del Distrito Federal en los tiempos del presidente López Portillo, Arturo “El Negro” Durazo. Personajes ambos, que gozaban de un poder sin cortapisas gracias a su cercanía con sus amigos en el poder. Durazo Moreno gozó de toda la protección de López Portillo de la misma forma en la que Veytia es intocable gracias a su cercanía con Roberto Sandoval.

Una razón más para evocar el parecido entre dichos personajes, me llegó a mi teléfono celular al mediodía del sábado pasado, mientras me encontraba-junto con un par de amigos- limpiando la maleza de un terreno del que mi mamá es propietaria en el ejido del Aguacate. El Whats App de mi amigo venía acompañado con la foto del fiscal Veytia, el brazo derecho alzado listo para rendir protesta y ataviado con la toga y el birrete característico de quienes están por recibir un grado académico. La postal era del momento en que Edgar Veytia rendía protesta como Doctor Honoris Causa por la Universidad del Álica, ni más ni menos.

Apenas daba crédito a la imagen. Mientras la digería, vino a mi mente la portada de un viejo libro que había leído hace tiempo y cuya crudeza me hizo recordar en todo momento a Edgar Veytia, “Lo negro del Negro Durazo”, escrito por José González, jefe de ayudantes del siniestro funcionario lopezportillista. Reproduzco a continuación unos párrafos del mismo que creo, no tienen desperdicio y son ilustrativos de lo que ocurría y de lo que ocurre hoy en Nayarit:

“Faltaba poco para que terminara el sexenio lopezportillista, cuando el negro fue nuevamente azuzado por sus serviles corifeos, Sahagún Baca, el profesor Molina, Castañeda Mayoral y compañía. Una mañana, al salir de su casa del kilómetro 23.5 rumbo a la DGTP, le dijo a Sahagún Baca:

-¿Sabes qué, Pancho? Con el poder que tengo y la estimación que me tiene Pepe López Portillo, a mí realmente no me hace falta más que algún título para que me herede la Presidencia de la República.

Yo estuve a punto del infarto, al oír la serenidad con que dijo esto; pero Sahagún Baca, como era su costumbre, le siguió la corriente:

-Fíjese patrón que sería la mejor medida que podría tomarse en este momento del país, porque usted con sus güevotes (sic) pondría en orden a toda esta bola de cabrones.

Después, encarrilado Durazo con esta “brillante” idea, la consultó con el profesor Molina, su “cerebrito”, quien ni tardo ni perezoso se entusiasmó:

-Magnífica idea mi general; por lo pronto, y para que vaya aumentando su currículum, háblele a este viejito pendejo de Martínez Rojas [presidente del Tribunal Superior de Justicia], para que lo haga “Doctor Honoris Causa” de algo.

Hasta aquí la cita. El jueves 4 de febrero de 1982 –con 34 años casi exactos de diferencia-, se llevó a cabo la ceremonia en donde se designó “Doctor Honoris Causa” al General de División Arturo Durazo Moreno en los salones del Tribunal Superior de Justicia del DF y presidida por el titular de dicha institución, el magistrado Salvador Martínez Rojas. Dicho grado se le otorgó “por su valor y servicios a la patria al mantener la seguridad y la integridad de los habitantes de la ciudad de México al haber hecho de ella, un lugar más seguro para vivir” ¿Dónde hemos oído esa historia?

El Doctorado Honoris Causa que le otorgó la Universidad del Álica al fiscal Veytia el pasado fin de semana fue, palabras más, palabras menos, con la misma justificación que el otorgado hace poco más de tres décadas al negro Durazo. Dicha Universidad, por cierto, le entregó el certificado de haber cursado la preparatoria a Roberto Sandoval… nada tendría de malo, si no es que el periodo en el que cursó la escuela (2004-2007) el actual mandatario era diputado local y no tenía tiempo de ir a la preparatoria…. Hasta Tecuala. El certificado es de la Universidad del Álica del norte campus en Tecuala.

SOSPECHOSO PERFIL ACADÉMICO

Siempre he aplaudido a quienes desean superarse académicamente, a pesar de su edad o de las limitaciones que pudieran tener. Las personas con esa ambición siempre serán objeto de mi respeto. Debo confesar en este punto, un pequeño pecado propio. Recientemente he decidido abandonar la carrera de derecho después de muchos años de cursarla infructuosamente, no era mal estudiante, pero tampoco tengo la convicción de ser abogado y, congruente con la honestidad que siempre procuro, decidí abandonar el camino ya transitado para estudiar, a partir del próximo ciclo escolar, la carrera de Ciencia Política si es que tengo la oportunidad de ello. No podía seguir en una carrera por la que no sentía pasión, no, estando en ella personas de mi admiración y respeto como un abogado que es, sin lugar a dudas, el mejor de nuestro estado y con cuya amistad tengo el orgullo de contar. Prefiero la honestidad de admitir el tiempo perdido, pero me queda la alta satisfacción de jamás haber comprado un examen, mucho menos un título… al fin y al cabo, lo poco que sé se lo debo casi enteramente a mis libros y a las personas con quienes he convivido y me han permitido aprender de ellas. La anterior confesión porque creo que para criticar, hay que tener la lengua larga pero la cola corta. Prefiero volver a comenzar que hacer ridículos como el que a continuación les platico:

En el año 2012, tuve la curiosidad de guardar un archivo PDF del currículum vitae del entonces sub procurador de justicia de Nayarit, Edgar Veytia. El archivo de 3 páginas era bastante escueto, en el apartado de “Perfil Académico” apenas se leía “Licenciatura en Derecho por la Universidad del Álica” mientras que se dejaba en blanco el periodo en el cual, supuestamente se cursó. Para la fecha en la que guardé aquel archivo ya había renunciado a la procuraduría el Lic. Germán Rodríguez y Veytia sumaba ya, varios meses como sub procurador encargado de despacho pero no podía asumir el cargo porque la constitución local exigía para el aspirante a procurador, contar con el título de licenciado en derecho con al menos 10 años de antigüedad, requisito que, se sabía bien, no cumplía Edgar Veytia. En el primer currículum revisado, vienen además, un Diplomado en Amparo, otro en Derecho procesal Penal y uno más en Aplicación al Derecho en Materia Mercantil, ninguno de los tres cuenta con la información que indique dónde fueron cursados.

Sin embargo, igual que hace 30 años, el presidente López Portillo pidiera personalmente a su homólogo estadounidense Jimmy Carter, un perdón presidencial para la investigación que se le seguía en aquel país a Arturo Durazo Moreno por tráfico de drogas y que era, aquella investigación abierta, el único obstáculo para designar a su amigo como director de la policía en el DF, así, Roberto Sandoval envió al congreso estatal en diciembre de 2012, una iniciativa de reforma que iba encaminada a transformar la procuraduría general del estado en una fiscalía, supuestamente más funcional. La iniciativa llevaba destinatario: Edgar Veytia.

El carácter de aquella iniciativa de ley –que fue aprobada en tiempo récord por la XXX Legislatura- era el de hacer más flexibles los requisitos de elegibilidad para el fiscal general y que de esa manera, Veytia, que prácticamente acababa de obtener el título -¡Qué ejemplo a seguir el de don Edgar Veytia! Mientras combatía la inseguridad en Tepic primero y luego en el estado, estudiaba la carrera, hacía tareas, portafolios, exposiciones, se preparaba para exámenes, etc.-

En los primeros meses de 2013, sólo para que no se viera la prisa… Veytia se convirtió en el primer fiscal general de Nayarit, siendo el entonces diputado Omar Reynozo, ícono de la corrupción neycista, quien le rindió la protesta de ley.

Ahora bien, si uno consulta el currículum del fiscal en estos días, se encontrará con algo muy distinto al archivo que guarde hace años. Entre las inconsistencias que aprecio está el hecho de que dice que cursó la licenciatura en derecho entre 1996 y 2000, entonces uno se pregunta aquí ¿Por qué Roberto Sandoval fue tan tonto entonces de enviar una iniciativa como traje a la medida para modificar la constitución y quitarle requisitos para que su amigo pudiera ser fiscal? ¡Ah qué desinformado está el gobernador! Otra de las novedades es que todos los espacios vacíos fueron llenados con el nombre de “Universidad del Álica”. Sospechosa conexión.

Por si eso fuera poco, el fiscal cuenta ahora con una maestría en Ciencias Forenses por el Instituto de Ciencias Jurídicas de Nayarit A.C, cursado entre 2009 y 2011 ¿Por qué no haberlo puesto en el primer currículum? Y un doctorado en ciencias forenses también, cursado supuestamente entre 2013 y 2015 en el mismo instituto. Los nayaritas debemos sentirnos orgullosos de nuestro fiscal, es más, deberíamos promoverlo para ministro de la suprema corte de Justicia de la Nación, merecimientos y credenciales no le hacen falta.

NOTARÍA, PREMIO SEXENAL

“Posteriormente, el Negro pensó que sería bueno cubrirse las espaldas, y le solicitó a López Portillo que por lo menos lo hiciera senador:

-Mira Pepe, si me haces senador me dejas seis años con fuero pa´ cubrirme las espaldas. No se me vaya a voltear el pendejo que dejes en tu lugar.

Pero como eso era imposible, el presidente le expuso la serie de problemas políticos que tendría que enfrentar con dicha designación…

El libro de José González narra que, cerradas ya todas las puertas del poder político –El Negro Durazo aspiró incluso, a la gubernatura de su natal Sonora-, pensó entonces en ser director de un banco, una vez que conoció de boca del propio López Portillo su intención de nacionalizar la banca. Afortunadamente eso no sucedió.

Edgar Veytia se ha dejado querer y azuzar por sus corifeos que le dicen que puede brincar a la política. En las postrimerías del 2013 corrió el rumor de que podría abandonar la fiscalía para ser candidato del PRI a la alcaldía de Tepic en el proceso de 2014. El artículo “El fiscal sicario” de Patricia Dávila, que circuló en diciembre de 2013 a pesar de los intentos de censurarlo, enfrió un poco aquel rumor. Sin embargo, Veytia ha sido mencionado con insistencia como una de las cartas que el gobernador baraja –junto con la senadora Margarita Flores y el alcalde de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva- de cara a la sucesión del 2017. Ambos, Veytia y el propio Sandoval saben que la idea es descabellada, quizá por ello premió a su fiscal con una notaría pública que le asegure su bienestar económico de por vida –aún más-. Aunque el periodo para que le fue electo fiscal, en 2013 se termina hasta febrero de 2020 (a la mitad del próximo sexenio), Veytia sabe muy bien que en el 2017 habrá alternancia, pues si gana la oposición no tolerarán al fiscal y buscarán la forma de removerlo, de igual manera si el sucesor de Sandoval fuera Manuel Cota, éste más tardaría en acomodarse en su nueva oficina que en buscar el mecanismo para deshacerse de Edgar Veytia. La notaría era el refugio obligado.

La historia ya juzgó a Arturo Durazo Moreno “El Negro”, ya se acerca el tiempo en que habrá de juzgar también a Edgar Veytia. Esperemos seguir con vida para ese entonces…

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