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lunes, 29 de julio de 2013

"La mujer loba" de Frederick Marryat | Sexenio



"La mujer loba" de Frederick Marryat | Sexenio





"La mujer loba" de Frederick Marryat
28 de julio de 2013





Las historias sobrenaturales, siempre han permanecido en la imaginación colectiva como una gran fantasía más de los numerosos mitos que cada pueblo ha confeccionado al paso de la historia de su imaginación. Y es de notar que la tradición inglesa de escritores del siglo XIX, arrojaron una gran cantidad de historias de esta naturaleza. Escritores que exploraron estos modelos que nacen de la fantasía, podemos mencionar entre otros, a Stevenson, Dickens, Le fanu, etc., y pese a que la obra de estos autores centrales en la literatura occidental, la sostienen otros derroteros temáticos, como es el caso de Dickens que su obra central tiende hacia otros argumentos, no desaprovecharon el género "Fantastique" -como lo llamaron en Francia- y ensayaron el el cuento sobrenatural, el cuento de horror y los relatos extraordinarios. La literatura con monstruos fabulosos y horribles, fantasmas y aparecidos viene desde la misma Biblia hasta Rabelais, pero se reconoce como el creador de este género como tal, E.T. A Hoffmann durante el romanticismo alemán, y es en la lengua inglesa, com lo he dicho, donde estas historias tienen sus mejores expresiones.

Frederick Marryat (Westminster, 10 de julio de 1792 – Langham, 9 de agosto de 1848), es un ejemplo de esta escritura. Un escritor dotado que escribe una de las novelas más sobrecogedoras del siglo XIX: con un estilo gótico "El buque fantasma" es una emblema, y de la que Richard Wagner, hiciera su célebre opera "El holandés errante" que se refiere a la condena del padre de Philip Vanderdecken, capitán de ese buque, que ha sido condenado a navegar -junto a toda su tripulación- hasta el Día del Juicio Final. Una historia extraordinaria que le dio a Marryat la bien merecida fama en la literatura europea. Sin embargo, esta vez quiero referirme a un capítulo que pertenece a esta misma novela, y me refiero al impactante capítulo, que se ha traducido y publicado en algunas antologías en español por separado y con el título de "La mujer loba". Por esto días lo he recordado y lo he leído con el mismo asombro que hace algunos años lo leí por primera vez.

En la novela el capítulo lleva el titulo de "The Werewolf of the Hartz Mountains", y se ha señalado como uno de los primeros relatos sobre el mito de la transformación de lobo en humano bajo los presagios de la luna y el invierno. Un relato atávico, como lo llama Ana Clavel, que toca fibras del inconsciente sumamente profundas y que se acerca al terror de la manera mas pura. Las circunstancia que enfrentan los personajes, se debaten en las creencias que condenan a los hombres a los castigos y venganzas de su propio destino bajo hechos sobrenaturales. Con personajes que protagonizan la historia en el límite de su vida, Marriyat logra la convincente magia de un relato en donde el bien, el mal, la monstruosidad de los mitos de la luna, los lobos, las condenas y el amor desdichado, encuentran la tragedia a manos de un destino que los pone frente sus propias creencias de las que serán víctimas (la novela de Marryat completa -"El buque fantasma"- abunda sobre otros temas que llegan a alejarse de ser una historia del mar solamente: tripulantes del barco "El holandés errante" que van por los puertos preguntando por personas que murieron hace muchos años y siguen condenados a navegar).

Sin embargo, como Alfonso Reyes calificara el cuento de Stevenson "El extraño caso del doctor Jekill y Mr. Hyde" (1886), de revelador sobre la hipocresía inglesa, en este furtivo relato de Marryat, puede verse con claros aciertos, la pasión por la venganza, el triunfo del mal y el cumplimiento de condenas veneradas también por la historia de los ingleses. Están aquí los mitos de una sociedad que no se perdonó a sí misma.

Frederick Marryat, amigo de Charles Dickinson, fue un prolífico escritor que observó con ahínco, el destino condenado de los hombres que son perseguido por sus creencias y el pago de cuentas pendientes o castigos por los actos cometidos con la maldad y los errores a los que la misma vida los hubo llevado. Admirado más tarde por Joseph Conrad, Marryat escribió una obra en la que las preocupaciones por las relaciones familiares y los prejuicios del status social son cuestionados con la maestría que el autor contaba historias del mar y de increíbles aventuras, razón por la que también Ernest Heminway también fuera su asiduo lector.

El relato al que me he referido, es la historia de Cristhine, hija de Wilfred, y a quienes Krantz encuentra después de perseguir una loba blanca en medio de un agudo invierno y para su desgracia, les da protección en su cabaña en la que vive con sus hijos César, Marcela y Herman (que es el que cuenta la historia y figura como personaje en la novela "El buque fantasma"). La historia toma los elementos sobrenaturales y los hechos de horror, ante los niños protagonista, desde una dimensión mayúscula y trágica. Y sin dejar de lado que es un fragmento de la novela "El buque fantasma", el relato funciona como un cuento sobrenatural perfecto, aunque nada mejor la lectura de la novela entera.

Recomiendo leer la novela completa. De verdad es una gran novela y Frederick Marryat, un extraordinario escritor al que no está por demás explorar en su abundancia narrativa que legó a la literatura inglesa.

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