No aparece el avión, pero sí basura flotante - Infonews | Un mundo, muchas voces
No aparece el avión, pero sí basura flotante
Mientras sigue sin saberse el lugar en que habría caído la aeronave malaya, los científicos alertan por los restos encontrados.

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Cuando los equipos de rescate del vuelo MH370 miran concentrados al mar ven a menudo restos flotando: un objeto naranja, una boya, un artilugio oxidado, algún cabo. Hasta la fecha, nada de todo eso ha podido ser identificado como parte del avión de Malaysia Airlines.
Todo lo que la tripulación de los barcos implicados en el operativo ha rescatado del mar es simple y llanamente basura. Y todos estos restos, que llegan a conformar islas flotantes de redes de pesca, plásticos y maderas, no sólo entorpecen la búsqueda, sino que suponen un enorme peligro para el mundo animal.
"Muchas tortugas marinas, cuando ven bolsas de plástico flotando, las ingieren creyendo que se trata de comida. Y eso es su ruina", explicó Stephan Lutter, de la organización World Wide Fund For Nature (WWF).
A diario acaban en el mar ocho millones de piezas de basura, estima WWF, entre bidones, botellas de plástico, cepillos de dientes o maquinitas de afeitar desechables (que en tres cuartas partes están compuestas de plástico). En el mar necesitan décadas o incluso siglos para descomponerse.
"He recogido incluso un frigorífico del mar", dice Britta Denise Hardesty, ecologista del centro australiano de investigación CSIRO. Las olas y las corrientes rompen en pequeñas partes toda esa basura. "Ante la costa oeste de Australia, donde se cree que el avión se debió de estrellar, flotan entre 5000 y 30 mil minúsculos restos de basura en un kilómetro cúbico de agua", señala Hardesty.
Pájaros como el albatros confunden las bolsas de plástico con alimento y las ingieren. "En sus estómagos hemos encontrado linternas como las que usan los pescadores", explica Hardesty.
Ningún mar se libra del plástico, señala Thilo Maack, activista de Greenpeace. "He visto imágenes de una silla de plástico que estaba a 9000 metros de profundidad". Las grandes corrientes hacen que una botella que se lanzó en la costa este de África aparezca en una playa de Indonesia.
Todo esto conforma en los mares acumulaciones de basura. La más conocida es el "Great Pacific Garbage Patch", en el Pacífico norte, que tiene las dimensiones de Europa central y donde existen pequeñas partículas de plástico a diario ingeridas por las ballenas de la zona.
En algunos medios se ha informado de barcos fantasmas o de casas enteras que aparecieron flotando en el mar tras el tsunami en Japón. A ello se suma que a veces los cargueros pueden llegar a perder un container de su carga.
Resulta difícil saber dónde podrían estar los restos del avión desaparecido hace casi cuatro semanas, según el oceanógrafo Jochen Kampf, de la universidad australiana Flinders. La razón de ello son los casi incalculables remolinos en el agua. "Son como los fenómenos meteorológicos en la atmósfera con un radio de cientos de kilómetros", explicó. Los objetos flotantes se mueven ahí a una velocidad de 43 kilómetros al día y podrían ir de un remolino a otro. "La alterabilidad es enorme."
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